jueves, 18 de octubre de 2007

BATALLA DE MARATÓN, ORACULO DE DELFOS:




* El oráculo de Delfos fue un gran recinto sagrado dedicado principalmente al dios Apolo que tenía en el centro su gran templo, al que acudían los griegos para preguntar a los dioses sobre cuestiones inquietantes. Situado en Grecia, en el emplazamiento de lo que fue la antigua ciudad llamada Delfos (que hoy ya no existe), al pie del monte Parnaso, en medio de las montañas de la Fócida, a 700 m sobre el nivel del mar y a 9,5 km de distancia del golfo de Corinto.
El oráculo de Delfos influyó en gran manera en la colonización de las costas del sur de Italia y de Sicilia. Llegó a ser el centro religioso del mundo helénico.
En época de la Grecia clásica una parte de esta región, la que está situada al pie de dicho monte, tenía el topónimo de Pyto (o Pito). Este lugar es el conocido como Delfos, es decir, Pyto y Delfos son sinónimos. El nombre de Pito fue tomado de la serpiente Pitón que el dios Apolo dio muerte para apoderarse de su sabiduría y ser él quien presidiera el oráculo. La mitología cuenta que Apolo guardó sus cenizas en un sarcófago y fundó en su honor unos juegos fúnebres que se llamaron Juegos Píticos. Más tarde corrió la leyenda de que ese sarcófago se hallaba enterrado debajo del ónfalos, en el templo de Apolo en Delfos. De este nombre derivó el de Pitia o Pitonisa, las mujeres que interpretaban las respuestas, es decir el oráculo. Al templo de Apolo se le llamaba también Pition y al mismo Apolo en Delfos se le llamó Apolo Pitio.

* En relación con la Batalla de Maratón se encuentra un texto de Herodoto, dice: "...Era entónces general de los Atenienses este mismo Milciades llegado del Quersoneso... Lo primero que hicieron dichos generales, áun ántes de salir de la ciudad, fué despachar á Esparta por heraldo á Fidippides, natural de Atenas, hemorodromo (ó correo de profesion). Hallándose éste, segun él mismo decia y lo refirió á los Atenienses, cerca del monte Partenio, que cae cerca de Tegea, apareciósele el dios Pan, el cual habiéndole llamado con su propio nombre de Fidippides, le mandó dar quejas á los Atenienses, pues en nada contaban con él, siéndoles al presente propicio, habiéndoles sido ántes muchas veces favorable y estando en ánimo de serles amigo en el porvenir . Tuvieron los de Atenas por tan verdadero este aviso, que estando ya sus cosas en buen estado, levantaron en honor de Pan un templo debajo de la fortaleza, y continuaron todos los años en hacerle sacrificios desde que les envió aquella embajada, honrándole con lámparas y luminarias. Despachado, pues, Fidippides por los generales, y haciendo el viaje en que dijo habérsele aparecido el dios Pan, llegó á Esparta el segundo dia de su partida, y presentándose luégo á los magistrados, hablóles de esta suerte:—«Sabed, Lacedemonios, que los Atenienses os piden que los socorrais, no permitiendo que su ciudad, la, más antigua entre las griegas, sea por unos hombres bárbaros reducida á la esclavitud; tanto más, cuando Eretria ha sido tomada al presente y la Grecia cuenta ya de ménos una de sus primeras ciudades.» Así dió Fidippides el recado que traia: los Lacedemonios querian de véras enviar socorro á los de Atenas, pero les era por de pronto imposible si no querian faltar á sus leyes; pues siendo aquel el dia nono del mes, dijeron no poder salir á la empresa, por no estar todavía en el plenilunio, y con esto dilataron hasta él la salida. Dadas estas pruebas de su religion, Eretria fué la primera ciudad contra quien partió Datis con toda la armada, en la que llevaba á los Jonios y á los Eolios. Apénas habia levantado ancla, cuando en Delos se sintió un terremoto...".

* A raíz de la batalla de Maratón fue ofrecido el "Tesoro de Atenas o de los atenienses", que llegó a ser el más importante. Atenas ofreció después un pórtico para conmemorar el triunfo sobre los persas en el cabo de Micala y en el año 468 a. C. ofreció una palmera con dátiles de oro tras la victoria que obtuvo el jefe militar Cimón, hijo de Milcíades contra los persas en la desembocadura del río Eurimedonte. En este tesoro puede verse la epigrafía sobre el texto que se refiere a la Pitaida, que era una procesión que los atenienses enviaban a Delfos para conmemorar un hecho ocurrido (arriba narrado) en un lugar del monte Parnaso. Cuentan que en dicho lugar cayó un rayo como señal divina. Toda la historia está escrita en la piedra como un himno a Apolo, con anotaciones musicales entre las líneas.

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